Con frecuencia, las mujeres embarazadas padecen varices. Esto se debe a los cambios que se producen en el organismo durante los meses de gestación.
La dilatación de las venas durante el embarazo tiene diversas causas, pero la más importante de ellas es el aumento de peso del útero. Al crecer, el útero ejerce presión sobre las venas de las piernas y disminuye el flujo de sangre.
Si las varices no te permiten disfrutar de tu embarazo, tenemos muchas y diversas soluciones. ¡Apunta todos nuestros consejos!
Consejos para aliviar y prevenir las varices durante el embarazo
Con las piernas al aire, rota y flexiona los tobillos.
Eleva las piernas cuando puedas para evitar la acumulación de sangre. Puedes utilizar cojines grandes y suaves para forzar una postura elevada de las piernas.
Siempre descansa sobre el lado izquierdo al estar acostada.
Utiliza medias elásticas para las varices. Consulta antes con tu ginecólogo para que te recomiende la mejor opción.
No estés de pie durante mucho rato. Estar de pie aumenta los problemas de circulación y el riesgo de padecer dolores de espalda que complicarán la gestación.
Evita cruzar las piernas. Al estar sentada, cruzar las piernas ejerce compresión en la circulación. Mantén una postura relajada.
No estés sentada mucho rato sin cambiar de posición. Levantarte, caminar y cambiar de postura aliviará la presión que ejerce el útero sobre las venas de las piernas.
Practica ejercicios suaves desarrollados para el embarazo. Infórmate sobre entrenamientos para embarazadas.
Olvida la ropa ajustada. Las piernas, la pelvis y la cintura tienen que cubrirse con telas holgadas para no entorpecer la circulación.
No cargues con peso. La masa de tu cuerpo ha ido aumentando progresivamente los últimos meses, no es conveniente añadir más carga a tus piernas.
Lleva zapatos holgados, bien ventilados y con 2cm de tacón.
Aplica agua fría en las piernas para mejorar la circulación.
Acude a un masajista especializado en embarazadas.
Controla el aumento de peso. Un desarrollo saludable del embarazo implica cierta subida de peso, pero no debes sobrepasar los límites que fije tu médico.
Lleva una dieta saludable que favorezca la circulación. Consulta con un nutricionista especializado en embarazadas.
Evita la exposición al humo del tabaco, está directamente relacionado con el empeoramiento de la circulación sanguínea.

