¡Por fin podemos decirlo! El verano está aquí y, con él, también lo hace el ineludible cambio de armario. Ropa, por lo general, más holgada, transpirable, ligera… En definitiva, prendas que benefician el retorno venoso de la sangre y que ayudan a contrarrestar el efecto negativo de las altas temperaturas del verano en las piernas. Pero, ¿y el calzado de verano? ¿Se pueden seguir las tendencias sin perjudicar el estado de tus piernas? ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de elegirlo? ¡Te damos las claves!


El uso prolongado de zapatos de tacón puede llegar a alterar la forma y el funcionamiento de las plantas y los músculos de los pies. Esta alteración perjudica el bombeo de sangre del pie a las piernas y dificulta el retorno venoso, favoreciendo la acumulación de sangre y, por tanto, la aparición de varices.
Para que un zapato sea adecuado y no perjudique la circulación sanguínea con síntomas como las varices, la hinchazón o el picor de piernas, debe tener las siguientes características:
- - Ni demasiado alto, ni demasiado plano Se recomienda una altura aproximada de entre 3-4 centímetros. El porcentaje de carga del cuerpo sobre los pies se reparte en un 75% en el talón y un 25% en el antepié. Estos centímetros de altura en el calzado ayudan a que la parte delantera del pie soporte un 25% más del peso, equilibrando la balanza en un 50% y 50%. En el caso de calzado con más altura, esta balanza natural se invierte y el antepié pasa a soportar la mayor parte del peso del cuerpo. Por ejemplo, con un tacón de 6-7 centímetros, el 75% de carga se iría directa hacia la parte delantera del pie.
- - De base ancha La mayoría de zapatos de tacón alto suelen tener una base estrecha que propicia el riesgo de padecer problemas de espalda, rodillas o tobillos, entre otros. Un calzado adecuado para tu circulación y el buen estado de tus piernas debe ser lo suficientemente ancho para no oprimir el pie y permitir que el peso se distribuya de forma correcta.
- - Buena sujeción El calzado debe ir bien sujeto al pie, especialmente alrededor del tobillo, para reforzar la pisada, permitir que el peso se distribuya de forma natural y evitar posibles torceduras de tobillo o caídas. También es imprescindible llevar siempre la talla adecuada.
Tendencias de calzado en verano
- Sandalias de tiras. Con un tacón de 3-4 centímetros, son la opción ideal para el día a día, ya sea para ir a trabajar o para dar largos paseos durante las vacaciones. Las tiras transparentes y las conchas son las dos tendencias que más verás este verano.
- Alpargatas. Un clásico del verano que sigue estando en tendencia. Las alpargatas o espardeñas ofrecen comodidad y versatilidad con cualquier prenda. Elige unas con poco tacón y con una buena sujeción al tobillo y disfruta de ir a la moda sin preocuparte por tus piernas.
- Mules o zuecos. Este calzado cubre solo la parte delantera del pie y deja el talón suelto. No es la mejor opción para las piernas porque no ofrece sujeción en el tobillo. Las hay con más o menos plataforma. Intenta limitar su uso a cortos periodos de tiempo en los que no vayas a caminar mucho.
- Chanclas. Un imprescindible para ir a la playa en los meses de más calor. Intenta optar por modelos no totalmente planos, con un tacón de unos 3-4 centímetros y, como no tiene sujeción en el talón, procura que no sea la opción para dar largos paseos.