La Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) es una patología especialmente frecuente en casos de mujeres embarazadas. El retorno venoso se va dificultando a medida que avanza la gestación, dando lugar a una sensación de pesadez e hinchazón de piernas, así como a la aparición de las temidas varices. Afecta en prácticamente la mitad de los casos, se puede presentar desde el primer trimestre del embarazo y, dependiendo de las características de la paciente, pueden desaparecer o no tras el parto.
El riesgo de padecer esta insuficiencia circulatoria es mayor en aquellos casos en los que la mujer, previamente a quedarse embarazada, ya tenía varices o reunía uno o varios de los factores de riesgo que pueden provocarlas: genética, sobrepeso, tabaquismo, estilo de vida sedentario, etc.
No obstante, durante el embarazo, se producen una serie de cambios en el cuerpo que también lo hacen más propenso a desarrollar una patología de tipo circulatorio:
- Cambios hormonalesDurante el embarazo, se produce un aumento de progesterona y de estrógenos, hormonas esteroideas que actúan en los vasos sanguíneos aumentando la producción de glóbulos rojos y dificultando la circulación.
- Cambios de presiónA medida que el útero va creciendo durante la gestación, este aumenta la presión que ejerce sobre la vena cava inferior, sobre la zona abdominal y sobre las piernas.
Síntomas
Al dificultarse la correcta circulación sanguínea, la sangre tiende a acumularse en las extremidades, dilatando e inflamando las venas en la capa inferior de la piel. Los síntomas más frecuentes durante el embarazo suelen ser la sensación de pesadez, cansancio, dolor, picor y calambres musculares en las piernas. Suelen ser más leves durante las primeras etapas del embarazo y tienden a agravarse durante las últimas, así como al final del día y con temperaturas elevadas.
En caso de síntomas graves, o si la persona ya presentaba un problema circulatorio antes de quedarse embarazada, es recomendable acudir a un médico especialista para que controle la evolución y pueda ofrecer el tratamiento adecuado.
Consejos para prevenir y reducir varices durante el embarazo
Dependiendo de las características genéticas u otros factores de riesgo, no siempre es posible evitar la aparición de varices durante el embarazo, pero sí que hay una serie de consejos que se pueden aplicar para prevenir, minimizar o aliviar los síntomas que provocan.
- Evitar pasar muchas horas de pie, especialmente de forma estática, y pasar muchas horas sentada. Cambiar de posición y caminar favorecerá el flujo sanguíneo.
- Evitar una subida excesiva de peso durante el embarazo. Huir del sedentarismo y realizar actividades físicas que te mantengan activa.
- Evitar el uso de ropa excesivamente ajustada que oprima la circulación y de zapatos con tacón.
- Evitar el estreñimiento. A través de una dieta equilibrada alta en fibra y estando siempre hidratada se favorece el flujo intestinal y se mejora la circulación de la sangre.
- Descansar manteniendo las piernas en alto varias veces al día. Esta postura favorece el flujo circulatorio de sangre.
- Utilizar medias de compresión adecuadas, siempre bajo la supervisión y consejo del médico especialista.
- Realizarte masajes ascendentes desde los tobillos hasta las caderas para activar la circulación y proporcionar alivio a las piernas. Siempre y cuando lo suscriba el médico especialista, se pueden realizar aplicando productos específicos para el alivio de piernas con varices.

