Son muchas las personas que padecen de insuficiencia venosa, una patología del sistema circulatorio que puede afectar hasta a un 25% de la población adulta. ¿Qué es? Pues se trata de cuando el sistema de retorno no funciona correctamente, esto impide que el flujo sanguíneo regrese desde las piernas al corazón con normalidad.
La insuficiencia venosa puede tener un origen genético y ser hereditaria, pero ciertos hábitos pueden activarla: la falta de ejercicio, permanecer largos periodos de tiempo de pie o sentado, el calor y las altas temperaturas, etc.
Principalmente, como ya sabes, cualquier actividad que precise tener el cuerpo completamente quieto hará que la sangre no circule tanto como si estuvieses en pleno movimiento. El calor, por otra parte, dilata tus venas y agrava la situación.
Entonces, ¿si me muevo y permanezco en una zona fresca conseguiré el efecto contrario? Así es, los baños de agua muy fría y el ejercicio moderado son dos grandes aliados contra la insuficiencia venosa. Los baños no tienen mucho misterio, pero en el caso de los ejercicios, no todo vale. Por ello te enseñamos los ejercicios más beneficiosos para la circulación. ¿Te animas?
Elevación de talones
Ponte de puntillas, elevando los talones, y bájalos muy lentamente. Además de favorecer el riego sanguíneo en las zonas más alteradas por la gravedad, estarás entrenando la fuerza de tus gemelos.
Repite el ejercicio realizando un mínimo de 3 sets de 8 repeticiones.
Separación de pies
Sentado y descalzo, trata de juntar la punta de los pies y separarlos tan pronto tus dedos se hayan tocado. Extiende la separación entre pies tanto como te sea posible.
Realiza el ejercicio un mínimo de 3 sets de 8 repeticiones.
Separación de piernas extendidas
Tumbado en una superficie lisa, extiende las piernas tanto como sea posible y sepáralas tanto como puedas. Sostén la separación y vuelve a juntarlas.
Deberás repetir el ejercicio realizando 10 repeticiones en 4 sets.

Paseo intermitente
Camina de puntillas, elevando los talones tanto como puedas, y después apóyate sobre el talón para seguir caminando. Prolonga el ejercicio tanto como te sea posible hasta que no puedas dar pasos con tanta seguridad.

Masajes con agua helada
No es un ejercicio propiamente dicho ¡pero es muy efectivo! El automasaje es una de las técnicas que más pueden ayudar a incentivar el riego sanguíneo en las piernas. Suma a ello los beneficios del agua fría y resulta en un combo muy eficaz.
