Las varices son el síntoma más visible de que podemos tener problemas en nuestro sistema circulatorio, pero no es el único. Cuando hay deficiencias circulatorias, el organismo no recibe todo lo que necesita para funcionar a pleno rendimiento. Sumado a esto, otros factores de riesgo como el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, una mala alimentación o el embarazo, pueden llegar aumentar las posibilidades de padecer una Insuficiencia Venosa Crónica (IVC).
Para evitar que la patología vaya a más, es importante prestar atención al resto de síntomas que pueden ir apareciendo y tratar el problema lo antes posible.
Síntomas más comunes de una mala circulación
- 1. Varices y arañas vasculares
Ambas surgen fruto de insuficiencias en la circulación, pero no son iguales. Las varices surgen fruto de una acumulación anormal de la sangre en las venas de las piernas, que provoca que se dilaten, pierdan elasticidad y se hinchen. Esto crea una sensación de picor y pesadez en la zona de las pantorrillas, tobillos y pies.
En cambio, las arañas vasculares se producen en la capa más superficial de las piernas y son de menor tamaño. Al contrario que las varices, no suelen hincharse, tienen aspecto reticular o con forma de ramas de árbol y un color entre rojizo y azulado.
- 2. Sensación de frío en las extremidades
Cuando se produce una deficiencia en el flujo sanguíneo, las extremidades son las más afectadas. Como consecuencia de que a la sangre le cuesta más llegar a las manos y los pies, se produce un descenso de la temperatura corporal que provoca sensación de frío.
- 3. Hinchazón
Ahora que se acerca el verano, este es uno de los síntomas que aparecen con más frecuencia. Las altas temperaturas producen una inflamación o vasodilatación de las venas, especialmente de las extremidades inferiores. Este factor, unido a la fuerza de la gravedad que dificulta todavía más el retorno venoso, hace que la sangre se acumule más en la zona y se produzca la sensación de pesadez e hinchazón.
- 4. Hormigueo y picor
El entumecimiento es otro de los síntomas más comunes en casos de deficiencia circulatoria. Indica que
los depósitos de grasa están bloqueando el flujo sanguíneo de las arterias. Esto impide que la sangre fluya correctamente hasta las extremidades y se produzca una sensación de adormecimiento, hormigueo e incluso picor. - 5. Agotamiento
Cuando la circulación de la sangre no llega a todas las partes del cuerpo, o lo hace más lento de lo que debería, se produce una deficiencia de los nutrientes, las vitaminas y el oxígeno necesarios para su correcto funcionamiento. Por lo tanto, es habitual que las personas que padecen esta afección se sientan más cansados o les cueste más realizar determinadas actividades.
- 6. Cianosis o cambios en la piel
Cuando hay problemas de insuficiencia venosa, también es común que se produzca un déficit de oxígeno en estas zonas. Esta carencia se traduce en una transformación del color de piel en las puntas de los dedos y, en ocasiones, en los labios. Las zonas adquieren un aspecto azulado, pálido o reseco, síntoma de que la sangre y el oxígeno no está circulando adecuadamente por las venas.