Desarreglos hormonales, embarazo, menstruación, calor, exceso de peso, sedentarismo y malos hábitos, falta de horas de descanso, malas posturas… La insuficiencia venosa, una de las principales culpables de la pesadez de piernas, se manifiesta en varias causas, algunas más frecuentes que otras.
Reconocerás la sensación de pesadez de las piernas ya que está presente en síntomas como calambres, cansancio, dolor localizado, hormigueo, hinchazón o picores. Se trata de un problema muy habitual, cuyos síntomas dilatan las venas y acaban provocando la aparición de varices y celulitis.
¿Cómo podemos, entonces, mejorar la circulación y evitar la retención de líquidos para luchar contra esta sensación? Aunque tendamos a resignarnos, podemos prevenir y aliviar este problema gracias a una serie de sencillos consejos y hábitos diarios que resultan clave a la hora de devolver a las piernas toda su ligereza.
1 | Pon las piernas en alto y pasea
Es cierto que en nuestras rutinas diarias estamos sentados durante muchas horas. Por ello, lo ideal sería intentar dar pequeños paseos cada par de horas y mantener las piernas en alto el máximo tiempo posible, ya que levantar las piernas por encima de las caderas un par de veces al día (al menos media hora) ayuda a que la sangre circule correctamente.
2 | Evitar estar muchas horas de pie
¡Y menos con tacones! Aunque es cierto que un poco de tacón resulta beneficioso para tus piernas, muchas horas de pie con tacones altos favorece la hinchazón.
3 | ¡Camina de puntillas y de talones!
Este tipo de ejercicio, además de hacer pequeños giros con el pie tanto hacia la izquierda como hacia la derecha, ayudará a tus piernas a recuperar su estado normal al final del día.
4 | Duerme con las piernas levantadas
Elevar las piernas unos centímetros gracias a unos cojines mejorará la circulación, aliviará la pesadez de tus piernas y te ayudará a que descansen mejor.
5 | Utiliza prendas ligeras
Elige prendas anchas y tejidos transpirables de algodón, ya que la ropa demasiado ajustada ejerce presión sobre las piernas hinchadas y no favorece la circulación.
6 | ¡Una buena dieta es clave!
Evitar el sobrepeso es un paso importante para tratar las piernas cansadas. Además, el consumo de vegetales, frutas y verduras, y una dieta baja en sal y rica en fibra, con la ingesta de frutos secos, legumbres y cereales, ayudará a mantener tus piernas sanas.
7 | No olvides hidratarte
Beber al menos 8 vasos de agua al día ayuda a evitar la retención de líquidos. Además, puedes complementar tu hidratación con infusiones ricas en vitaminas vaso- protectoras (como la uva, el pomelo o la granada).
8 | Practica ejercicio de manera moderada
Tonificar músculos ayudará a que impulses la sangre y favorezcas la circulación sanguínea. Apúntate a natación, gimnasia, bicicleta, ¡incluso a baile!
9 | Evita el calor
Las altas temperaturas dilatan las venas y favorecen su hinchazón, por lo que evita saunas o cera caliente directamente sobre ellas.
10 | La ducha… ¡fría!
No todo el rato, pero un chorro de agua fría formando círculos sobre las piernas durante un par de minutos ayuda a activar la circulación gracias al contraste de temperaturas. Refrescar tus pies durante el día, colocando por ejemplo un botellín de agua congelada en la planta, te puede también proporcionar alivio inmediato.
2 | Evitar estar muchas horas de pie
¡Y menos con tacones! Aunque es cierto que un poco de tacón resulta beneficioso para tus piernas, muchas horas de pie con tacones altos favorece la hinchazón.
4 | Duerme con las piernas levantadas
Elevar las piernas unos centímetros gracias a unos cojines mejorará la circulación, aliviará la pesadez de tus piernas y te ayudará a que descansen mejor.
7 | No olvides hidratarte
Beber al menos 8 vasos de agua al día ayuda a evitar la retención de líquidos. Además, puedes complementar tu hidratación con infusiones ricas en vitaminas vaso- protectoras (como la uva, el pomelo o la granada).
8 | Practica ejercicio de manera moderada
Tonificar músculos ayudará a que impulses la sangre y favorezcas la circulación sanguínea. Apúntate a natación, gimnasia, bicicleta, ¡incluso a baile!
10 | La ducha… ¡fría!
No todo el rato, pero un chorro de agua fría formando círculos sobre las piernas durante un par de minutos ayuda a activar la circulación gracias al contraste de temperaturas. Refrescar tus pies durante el día, colocando por ejemplo un botellín de agua congelada en la planta, te puede también proporcionar alivio inmediato.
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