Las piernas y el calor nunca se han llevado bien. A poco más de un mes para que llegue el verano, ya empezamos a sentir como las altas temperaturas dificultan la circulación de la sangre en nuestras piernas, intensificando la sensación de pesadez, de hinchazón y de cansancio.
Este empeoramiento en los meses de calor se debe a que, con las altas temperaturas, las venas se dilatan más de lo normal, pierden elasticidad y se acaban deformando, lo que dificulta todavía más el retorno de la sangre desde las extremidades hasta el corazón. Como consecuencia, la sangre acaba acumulándose, hinchando las venas y haciéndolas visibles en forma de varices.
Es por este motivo que, en esta época del año, se pueden sentir las piernas más cansadas o hinchadas de lo normal. Además, por el tipo de ropa que se suele llevar, la primavera y el verano son los periodos del año en los que las piernas hinchadas y las varices se hacen más visibles y molestas.
Las temperaturas elevadas hacen que las venas se dilaten, la circulación se ralentice y, en ocasiones, se estanque. Pero existen algunos trucos que, aplicados diariamente, pueden ayudarte a aliviar la sensación de hinchazón y pesadez:
- 1 Evitar pasar mucho tiempo en ambientes especialmente calurosos. Cuanto más alejado se esté del calor, más se evitará la dilatación de las venas y, por tanto, la sensación de hinchazón y pesadez.
- 2 No pasar largos periodos de pie, sentado o en la misma postura. Si, por necesidades del trabajo, se tienen que pasar muchas horas sentado, es recomendable incorporar pausas lo más frecuentes posibles para levantarse, caminar y ejercitar las piernas.
- 3 No usar ropa muy ceñida Especialmente en los meses de calor, las prendas de vestir muy ajustadas pueden dificultar todavía más el retorno venoso de sangre de las piernas hasta el corazón. Con las altas temperaturas, se recomienda llevar ropa holgada hecha con tejidos transpirables y calzado cómodo para mejorar la circulación y descongestionar las piernas.
- 4 Mantener una dieta equilibrada y rica en fibra. El sobrepeso y el estreñimiento son dos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer una Insuficiencia Venosa Crónica (IVC). Ingerir la dosis necesaria de frutas y verduras y reducir al mínimo el consumo de sal ayudará a mantener un control del peso y evitar posibles episodios de estreñimiento, favoreciendo una correcta circulación.
- 5 Mantenerse hidratado. Beber al menos un litro y medio de agua al día combatirá la retención de líquidos y mejorará la circulación de la sangre en las extremidades
- 6 Realizar ejercicio moderado de forma diaria. El sedentarismo, después de la predisposición genética, es el principal factor de riesgo de problemas circulatorios. Realizar actividades y deportes que mejoren la circulación de la sangre tendrá un beneficio directo sobre la salud de las piernas.
- 7 Duchas de contraste con agua fría y caliente. Alternar agua, nunca excesivamente caliente, con chorros de agua fría en sentido ascendente en la zona de las piernas ayudará a activar y mejorar la circulación de la sangre.
- 8 Mantener las piernas elevadas el máximo tiempo posible. Pasar un rato al llegar a casa con las piernas ligeramente elevadas ayudará a aliviar la sensación de pesadez y activará la circulación.
- 9 Realizarse masajes ascendentes con un gel para el alivio de la pesadez y tirantez de las piernas con varices desde los tobillos hasta la rodilla o la zona de la cadera. Esta práctica activará la circulación y aliviará la sensación de piernas cansadas e hinchadas.
- 10 Uso de medias de compresión. Siempre tras consultarlo con un especialista, su uso puede ser muy beneficioso para la circulación y la salud de las piernas de personas con problemas de insuficiencia venosa crónica.



